2 de febrero de 2014

           Es evidente que hay preocupación en las mentes más honestas y brillantes de nuestros referentes. Y está claro que ha llegado la hora de dar otro gran salto cualitativo. En Argentina, tenemos hoy, como condicionante principal, el que la fuente de divisas está en pocas y sucias manos. Es probable que en Brasil, sea distinto el condicionante, como en el resto de la región; pero siempre habrá un condicionante histórico y/o coyuntural. Por otra parte, el capitalismo como sistema económico dominante, no admite hoy cambios radicales y masivos. Sin embargo, aparte de sus contradicciones con los números, sus referentes se han visto forzados a contradecirse de manera escandalosa en la formulación de sus soportes ideológicos y morales. Todo esto, me lleva a considerar que, apelando a herramientas ya viejas como el estructuralismo, los equipos técnicos de la CELAC, o MERCOSUR, y de cuanto otro foro regional exista, debieran pensar para cada país en particular, una medida de impacto profundo, que se tome con arreglo a la normativa vigente, y con enorme creatividad. Estas medidas deberán ser articuladas, simultáneas, y difundidas regionalmente con el propósito de que tengan el carácter de hecho político regional, considerando a la región como un sistema. Para Argentina en particular, esa medida debiera ser la reforma agraria, y el control estatal de producción y comercialización de granos. Debe hacerse, o nos llevan puestos. 

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