1° de junio de 2013
Se me ocurre una
reflexión, y la verdad es que da escalofríos: Si Tenenbaum, Lanata, Maria Laura
Santillán, y otros como ellos, pueden hacer lo que hacen sin que se les mueva
un pelo, es porque se han ido adaptando de a poco a la idea de que son capaces
de -yo diría de cosas como matar por ejemplo- sin ningún remordimiento. Y como
la paga debe ser muy buena, bien vale la pena no intentar ni siquiera caretear.
De qué seré capaz, de a poco, si la paga es buena? Es que me cuesta encontrar
un argumento para pretender que yo soy "estructuralmente" distinto,
"genéticamente" predispuesto a conductas más nobles, "buenito de
nacimiento".
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