18 de noviembre de 2011

           Por ahí ya se planteó el tema, pero como no lo ví, a ver qué les parece. 
       
       Al cineasta Piñeyro se le ocurrió el otro día, invertir la secuencia del momento en que Kirchner ordena descolgar los cuadros de los represores. Se criticó el mensaje como el despropósito que es. Pero hay un aspecto de la cosa que me molesta especialmente. Aquello fue un hecho político de una especial relevancia; no fue con un propósito puramente coyuntural; tuvo el carácter de histórico, y lo que hizo el hombrecito de cine, fue inaceptablemente ofensivo, y debió exigírsele una disculpa pública, bajo apercibimiento de iniciársele una acción legal. 

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