12 de noviembre de 2012

          El paro de Moyano con la CTA de Micheli, preocupa. En un programa llamado PLAN M o algo así, estaba un hombre inteligente y honesto como Horacio Gonzalez, con serias dificultades para defender la buena fe y progresividad del proyecto político iniciado en el 2003, frente a personas como Ocaña y como Argumedo. Si estas personas no entienden lo que pasa, y empujan con los intereses más reaccionarios; ¿no corre riesgo el rumbo? ¿acaso estamos haciéndonos vanas ilusiones? Cuánto fuego amigo podemos soportar, sin hacer agua? Dónde está la corrupción de la que hablan, como uno de los problemas centrales del Kirchnerismo? Y si efectivamente la hay, porqué no se denuncia concretamente para que se pongan las cosas en su lugar? Porqué si tenemos inflación más alta de la declarada oficialmente, a mí que soy un completo inútil para administrarme, el sueldo me sirve como ayer y como hace algunos años? La inseguridad es un fonómeno global. Nuestros índices de delito no son mucho más altos que los de cualquier otro país, y en todo caso tenemos menos despelotes que otros muchos. Cualquier pelotudo sabe eso, pero queremos que no pase. Probablemente no muchos puedan relacionar la devastación económica y social en la periferia del mundo, provocada por la escalada neoliberal de las últimas décadas, con el incremento de la delincuencia. Solemos decir que los delincuentes ya no tienen códigos, sin preguntarnos qué quiere decir eso. Y tal vez quiera decir que las sociedades más castigadas con la escalada neoliberal, han perdido valores o como carajo se llame eso en lo que creemos. Y así como los que no delinquen resultaron menos solidarios y más egoístas en la vida cotidiana, los que sí delinquen resultan más crueles e insensibles, infringiendo sufrimiento y dolor innecesarios para lograr sus propósitos. Pero se trata de corregir todo eso, de a poco, como se pueda en una realidad tan viciada. ¿Qué tan difícil puede ser entender un concepto tan elemental? 

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